con deleite rozaba tu figura.
Presencié,
cuando tu erótica chispa
cedió a sus requiebros
y con solícito ardor,
te desprendiste a las caricias…
Vi cómo caían
en la áspera manta de hojarasca,
tus tersas prendas color de fuego…
Aspiré tu inconfundible aroma
y el de la humedad del embeleso,
allí, en el reducido espacio
que fue cuna, altar
y sahumerio de tu pasión.
Rosa del camino,
Rosa del camino,
mi mente guarda tu recuerdo,
el puñado de pétalos carmesí.
Y el del flirteo que viviste con el aire
del que fui testigo.
A ti te deshojó el amor.
15/10/13
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