Para poder llegar a tus condados
y sea tu corazón
mi cuartel,
garabateo versos descocados
con tinta roja y en cualquier papel.
Juro que por ti, grande es mi fervor,
tanto o más que mis excentricidades.
Que a los cuatro vientos y con ardor,
confieso que te amo en mis soledades.
Mas tu corazón parece ser sordo,
inexorable, raro o distraído,
ya que ni cantándole como el tordo,
me corresponde con algún latido.
Pero no quito el dedo del renglón
y al compás de estas rimas bullangueras,
me prometo hallar tu oculta pasión...
Y con toda el alma haré que me quieras.
ISABEL
16/07/13
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