Si a los mimos del viento,
las olas del mar
van y vienen canturreando,
figúrate cómo se desliza mi pensar
cuando leo tus apasionadas cartas,
o tus efusivos versos...
¿No logras imaginarlo?
Te lo digo enseguida:
¡Fluye en
suspiros!
Suspiros que de mi alma
escapan en fila,
pues como gaviotas en bandada,
viajan hasta tu mundo
con su ofrenda amorosa:
Una esplendente guirnalda
forjada de deseos, de ilusiones,
y que engarcé con seda y miel
de mis labios
... pensando en tu boca.
ISABEL.
29/06/13