pues hace crecer mis sueños, divino.
Esos de estar en tu sol y en tu luna,
en tu mundo de esplendor diamantino.
Ríe. Da a mis oídos la fortuna
de captar tu desenfado genuino;
el placentero sonido que acuna
la impresión de asirse a un torbellino.
Así cautiva mi alma tu alegría,
un reflejo de tu plácido cielo...
Edén de caricias y poesía.
Y besa mi sonrisa en alto vuelo
tu boca en tu reír de melodía,
como el cantar travieso de un riachuelo.
ISABEL
03/02/13.
2 comentarios:
Muy bello soneto.
Mis cariños para ti.
Recibe el abrazo que te mando con mucho cariño. Gracias por tus amables comentarios, amigo Orlando.
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