Me soñé enamorada
anhelando ser tuya,
únicamente tuya.
Deliraba extasiada
suplicante y osada.
Y se me iba la vida
en desear mirarte.
Yo quería mimarte,
sentirme consentida,
la mujer más querida.
Era lindo ese sueño
pero su fin da pena.
Tu trabajo en cadena
de tu tiempo era dueño.
No mi tenaz empeño.
Hoy soñarte desdeño.
Tu vida... me es ajena.
ISABEL
12/12/12
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