Pinceladas de ternura
puso Dios en tu mirada.
Y el canto de una cascada
Cuando te miro presiento
el renacer de
ilusiones
que fluyen a borbotones,
de mi corazón friolento.
Ven, mi chiquitín amado.
Su calma es tu abrazo fuerte,
él late veloz por verte.
Seguro está emocionado.
Y es que tu carita evoca
los frutos de primavera.
A su expresión bullanguera
su tristeza se derroca.
Relindo es jugar contigo
y oírte contar historias
misteriosas o irrisorias.
¡Me encanta que estés conmigo!
ISABEL
13/12/12
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