Mi corazón se oprime.
Lo asfixia un suspiro
ansioso por escapar
con el ocaso.
Y es que aquí
la noche es muy larga,
callada, sin luciérnagas…
Y el silencio es camino
de regreso al pasado.
Como paloma solitaria
hoy concibo a mi alma
cobijada con su manto
de añoranzas.
Pero evadiré sus lamentos
y oraré para que duerma
hasta que despunte
el nuevo día.
Cae la tarde.
Mas sé que el sol
volverá con el alba
cálido y alegre
a desvanecer las sombras,
a revalidar con su esencia
esperanzas de amor
y de vida,
y de vida,
ISABEL
04/05/12
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