miércoles, 28 de diciembre de 2011

Por qué estremezco

Amor, como tú no te explicas
mi agitación al  ceñirme tus brazos,
y al absorber mi cuerpo la calidez de tu piel,
el ardor de tus labios, tus caricias…
Decidí revelarte hoy
las causas de mis temblores.


Tiemblo porque mi enamorado corazón
se fascina a tu contacto
y mi mente no consigue sosegarle.

Tiemblo porque tus besos son hoguera.

Llama que enciende mis deseos
y seduce a mis sentidos…
Furor que me enloquece. Me perturba.

Tiemblo por la sed
y el hambre que me provocas.
Las que sacio apurando tus ansias,
devorando tus deseos,
bebiéndome tus prisas.

Tiemblo al placer
de poderte disfrutar en el momento,
pero  también, de congoja
pensando en tu marcha.

Porque siempre te vas
como la noche lujuriosa,
en silencio, antes del alba.
Sin esperar a que despunte
el nuevo día.

Sí, tu pasión, me estremece.
Mi ilusión por ti, tiembla y suspira.

ISABEL.
28/12/11

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