Con el
firme cordel del pensamiento,
até tu
sueño al mío
para
que en alas de la ilusión,
Allí, frente a un ocaso multicolor,
donde el
púrpura revienta
con destellos
dorados,
observé
en el rojo de nuestra pasión
pinceladas
de fuego… y con ardor,
ceñirse
en su arrebato.
Vi al astro
rey que se adormecía
con nuestro sensual arrullo…
Y con el susurrar de la brisa
en su
pregón al arpegio de besos
que
prometía la noche.
Entre los brillos del oscuro manto,
se fueron hilvanando suspiros.
La luna nos miraba de reojo…
¡Verde de envidia!
ISABEL
27/05/11