viernes, 14 de mayo de 2010

Bésame...

La muerta flor que me diste
la he guardado sin resabios,
pero estoy un poco triste.
En el Callejón del Romance.
¿Por qué mejor no me diste
la fresca flor de tus labios?

Mi ilusión es prisionera
de una ansiedad medio loca...
pero a besos la libera,
siempre que éstos los bebiera
de la fuente de tu boca.

Dámelos ya vida mía.
O deja probar siquiera
su néctar, dulce ambrosía...
pues no hay noche ni habrá día
que descanse esta quimera.

¿De qué sirve tu presente
archivado sin agravios?
Si te has quedado en mi mente
no resultará imprudente...
que se junten nuestros labios.

ISABEL.
14/05/10

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