que me arrulle el alma con encanto y canto.
Que suave acaricie mi quebranto santo,
pues con reír y llorar, mi locura cura.
Si, te busco a ti que cuando abrazas, asas.
Que cuando besas, surge fogoso el gozo.
Y el suave deslizar ardoroso al dorso,
más calor das a la piel, le engarzas brasas.
Dime, ¿dónde estás? ¿Cuál es tu renombre hombre?
Si tu corazón desea dueña, sueña,
llámame amor, así te asombre ese nombre.
¡Ay!, ¿quién me dirá que soy hermosa diosa,
su anhelo de amante, su sosiego ciego,
mezcla de suspiros de olorosa rosa?
Yo le pido A QUIEN CORRESPONDA: ¡Responda!
ISABEL
28/06/09