domingo, 31 de agosto de 2025

Remordimiento

Ayer, sin que lo advirtieras, te observé. Tu sonrisa, una estrella en mi penumbra, mostraba la luz que yo no poseía. Fue en ese instante, en una chispa de anhelo que la robé para mí. Triunfante, la escondí en el doblez de mi pañuelo, apretándola en el puño de mi mano.

Sí, la hurté. Y confieso que me consume el deseo de sentirla. Su dulce cosquilleo es mi delirio. Es una chispa vibrante que me quema y da vida a la vez. es una adicción que me gusta y me encadena.

Pero la euforia se esfumó en el momento justo en que desperté de mi locura.

¡Ay, mi locura, esta vez rebasó su meta! ¿Qué hago con tu sonrisa agonizando en la palma de mi mano? La miro y el pánico me invade. Sin el brillo de tu alegría, sin el calor de tus labios, sé que no va a sobrevivir.

Ahora, las preguntas se me clavan en el pecho: ¿Cómo la devuelvo? ¡Cómo! Si pudiera regresarla, ¿recuperaría su luz o caería agonizante como un cascarón vacío? Su brillo se extingue, y con él, una parte de mi alma se desvanece en la oscuridad silenciosa del remordimiento, sin saber qué hacer con el pecado que aprieta mi mano, con esa estrella que por quererla mía, la condeno a muerte.

 ISABEL
31/08/25

viernes, 29 de agosto de 2025

Una lluvia encantadora

Después de la cálida tarde de hoy, se ha soltado de a poco, la lluvia. ¿Escuchas su canto? Ven, siéntate junto a mí. Disfrutemos de tan anhelado concierto y bebamos una taza de café.

Vas y vienes lluvia enamorada,
como quien goza de un paseo,
pero en mi entorno, tu escenario,
tu canto tiene ritmo de deletreo.
 
Lluvia coqueta, canta sin pausas
que el viento quiere bailar contigo.
Canta, hasta que enfríe el verano
y sonría, con sonrisa de amigo.
 
Canta y al compás de tus notas,
invítanos a disfrutar del sueño;
del placentero descanso...
De un despertar lindo y risueño.
 
ISABEL
29/08/25

miércoles, 27 de agosto de 2025

La poesía mía

Cierto día
quiso mi entusiasmo
hacer poesía.
 
Y lo intentó,
apoyado en el amor
que entonces
me sonreía.
 
Así brotaron
mis primeros versos,
ligando sus palabras
con la miel
de mi historia.
 
ISABEL
27/08/25

miércoles, 20 de agosto de 2025

Carta para mi ciudad

Morelia de mis tiernos años y mis sueños juveniles:
 
Quiero que sepas que te recuerdo a menudo, intentando respirar los aires de aquel entonces: El aroma a cantera mojada después de la lluvia, el eco de los pasos sobre el pavimento, los frutales aromas del ate, el fresco olor a verde de tus jardines…
 
Recuerdo tus calles, impecables. Parecían recién barridas por un soplo mágico; recuerdo el alegre repiqueteo de tus campanas y el ambiente estudiantil que se despertaba con el alba.
 
El bosque Cuauhtémoc, el jardín Morelos y la Calzada de San Diego, fueron testigos de mi prisa de niña camino al colegio, con mi mochila en la espalda y mis apretadas trenzas sueltas. Años después, esa misma prisa se convirtió en el apuro por llegar puntual a mi trabajo, pero el murmullo de tus calles seguía siendo una melodía familiar
 
¿Sabes? Echo de menos detalles de aquellos ayeres. Como la alegría genuina de la gente. Se notaba en la forma en que saludaban y platicaban.
 
Añoro las casonas de la Calle Real con sus portones antiguos, que, en voz baja, nos contaban historias. El animado murmullo de tus portales, era una sinfonía de voces y de risas. Los domingos en la Plaza de Armas, el corazón de tu reinado, su kiosco y la banda de música con su repertorio alegre, que hacía que el tiempo se detuviera.
 
Hoy, esa Calle Real ya no es la vía que disfrutaba con mis compañeras después de salir de clases, sino un frío escaparate comercial, con vitrinas que no cuentan historias. El Centro Histórico se ahoga entre gritos de protesta. La barbarie se ensaña contigo rayando tus bellos muros con pintura sin sentido. Te hiere un panorama triste; los vidrios rotos que brillan bajo un sol que no calienta, y un silencio que desgarra más que el ruido.
 
Mi hermosa Morelia, te miro ahora y me miro a mí misma en ti. Eres mi espejo, y cada alteración en tus calles es una arruga en mi piel. Hemos cambiado, ¿verdad? Tú, la ciudad señorial de cantera rosa, yo, la niña soñadora que moría por crecer y lograr muchas cosas, el tiempo en su marcha nos ha dejado grietas, cicatrices profundas.
 
Yo, a diferencia tuya, he envejecido. Mi cuerpo va perdiendo movilidad y ya no te camino como quisiera. Pero no olvido las tranquilas calles que recorría después del trabajo, para disfrutar de tus magníficos atardeceres y de un humeante café, en tus famosos portales. Y es que, a pesar de las cicatrices, la Morelia que habita en mí, sigue siendo la ciudad de cantera y de sueños, la misma que me vio crecer y que siempre será mi morada.
 
ISABEL
20/08/25 

viernes, 15 de agosto de 2025

No por ahora

No quiero morir ahora,
ni envejecida me siento.
Vivo mi mejor momento.
Recién descubro la aurora.
 
"Prepárate, esto termina",
me dice la gente mala.
Sé que la muerte acorrala,
en mi caso es su rutina.
 
Por eso vivo mi vida
como un momento de fiesta:
Con la sonrisa bien puesta,
y una ovación desmedida.
 
Porque en la edad, no hay engaños
las arrugas la revelan.
Y aunque molesten y duelan.
Vivo feliz con mis años.
 
No quiero morir ahora.
Recién descubrí la aurora.
 
ISABEL
15/08/25

lunes, 4 de agosto de 2025

Mi querida Caro

Hoy, 4 de agosto, el sol madrugador pintó caritas risueñas en el cielo para cantarte "Las Mañanitas", ya que es día de celebrar tu décimo cumpleaños.

Con el amanecer, tus nueve años volaron. Se fueron satisfechos de haberte visto crecer tan bonito. Guiada por tus amorosos papás, vas conociendo cosas y conquistando la vida.

Estoy muy orgullosa de ti, Carito de mi alma. Admiro tu inteligencia, tu belleza y tu alegría.

Ahora, ¡celebremos con emoción tus diez años! Tú, en tu casa, yo, en la mía. Nuestros corazones laten juntos. Y en este abrazo a la distancia, bendigo tu fuerza y te recuerdo que te amo y que observo con orgullo tu brillo de estrella. Invítame un pedacito de tu pastel y un sorbito de tu alegría, mi niña hermosa. ¡Feliz Cumpleaños!

Tu abuelita Isa.

ISABEL
4/08/25