sábado, 26 de julio de 2025

El eco de su risa

A media tarde, las nubes blancas se tiñeron de gris. Se avecinaba una tormenta.
 
Me apresuré a cerrar las ventanas de mi choza. No quería que el enérgico canto de la lluvia, ahogara el seductor sonido que me acompaña desde el amanecer: El eco de la risa de mi amado.
 
¿Cómo perderme de tan entrañable sonido que surgió como un susurro en el mar de mis recuerdos? Al contrario, estoy deseando que se vuelva más audible, para bañarme en el ardor de su cadencia y para beber felicidad en su melodiosa cascada de amor. Mi nostalgia.
 
Mientras tanto, esa musicalidad que añoro envuelve sutilmente mi estancia, y un grato cosquilleo viaja por mis venas, acariciando cada rincón de mi cuerpo.
 
Decididamente, cerré las ventanas de mi choza. Afuera, la tormenta puede rugir; adentro, solo admito el dulce sonido que me acaricia desde el amanecer. El eco de la risa de mi amado.
 
ISABEL
26/07/25 

domingo, 20 de julio de 2025

Dos décimas y media

Hoy les pediré a mis versos  
que sean inspiradores,
sutilmente evocadores
al recuerdo de sucesos.
Que recreen embelesos
con antojos florecidos,
en un tris enardecido
por la antorcha del deseo
y el rugir del fantaseo
que remite a lo prohibido.
 
hoy quiero versos ligeros
que se eleven sin permiso
que alcancen el paraíso
por alegres, por fiesteros,
y que sean los primeros
en celebrar tu regreso...                       
Que al saludo de mi beso 
te hagan sentir mariposas
y las increíbles cosas      
que promete tal suceso.
 
Hoy mis versos son humores.
Es jugar con las rarezas
y reír aunque sin fuerzas,
a lo que el eco de amores...
me deje "entre bastidores".
 
ISABEL
20/07/25

viernes, 11 de julio de 2025

Que cante la lluvia

La mañana llegó con lluvia menudita y fresca, como el rocío en la madrugada. Su canto, apenas oíble, reanima de golpe a un conocido mío… un bohemio poeta que gusta en dormitar plácidamente, en una de las bancas de madera del parque que se encuentra a cuadra y media de mi casa. Siempre lo encuentro allí, con su vieja gabardina descolorida y esa sonrisa que parece guardada para los amaneceres lloviznosos.

Viéndolo desperezarse, con una abierta sonrisa que le ilumina el rostro, lo saludo preguntando: —¿Qué esperas que pase hoy, soñador amigo?

Y a media voz, con los ojos brillándole como si reflejaran el brillo húmedo de las hojas, contesta con un deseo muy propio de él, que cree tener alma de agua: —Que siga así. Que no deje de cantar la lluvia. Solo eso. Que la vida siga tejiendo su melodía en cada gota.

Sentí una punzada de envidia sana por esa simpleza suya, por esa capacidad de encontrar la felicidad en el susurro del agua, mientras yo me apresuraba a mis propios quehaceres. Me sonrió una vez más, y volvió a cerrar los ojos, como absorbiendo cada nota de ese concierto matutino; al mismo tiempo la ciudad a su alrededor, apenas comenzaba a despertar.

ISABEL
11/07/25

jueves, 10 de julio de 2025

Isabel, Isabel

Como en ardiente oración
dicen mi nombre tus labios.
Tus labios que son pasión,
panal de miel, sin resabios.
 
Porque en tu voz, dulce amante,
Isabel es refulgente,
es caricia palpitante,
poema, ruego ferviente.
 
Dices Isabel y siento
Tu latir en mi latido.
y un hondo estremecimiento
me recorre conmovido.
 
Ay, cariño, te lo ruego,
di mi nombre que convoca
a consumirme en el fuego,
de tu amor y de tu boca.
 
ISABEL
10/07/25 

martes, 8 de julio de 2025

Sin rumbo

El amor huyó.
¿Quién conoce su rumbo?
Me ha privado del piar gozoso 
en los atardeceres
y del descanso sereno
de las madrugadas.
 
Pero sé que lo encontraré.
Vendrá a mí,
saldrá a mi encuentro
y yo, con mis alas recuperadas, 
recibiré su tibieza
y comenzaré de nuevo.
 
Otra vez volveré a soñar,
 
ISABEL
8/07/25