y en mi soso decir que canto al verso?
Tal vez, pero mi sonrisa se ufana
al percibir la luz de tu universo.
Y deliro en mi obsesión que se afana
en creer que tu sabor llevo impreso,
como mordisco de dulce manzana.
La fruta prohibida es mi embeleso.
¿Qué gozo vivir de la fantasía?
Cierto, muy cierto, pero no me engaño,
sólo así tu ternura siento mía.
Porque la verdad tiene gran tamaño.
Tu falta de amor... ¡Ay Dios, qué agonía!
No quiero imaginar. Eso es lo extraño.
ISABEL
27/07/19