En el jardín de los sueños
enterré nuestros secretos,
con pensamientos risueños
y con suspiros discretos.
Así quedan protegidos
de las miradas ajenas
y no pueden ser heridos
por las envidias terrenas.
Porque de amor somos dueños
con una ilusión cobarde.
Nos amamos sólo en sueños...
Y hasta que muere la tarde.
ISABEL
07/12/18
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