al recorrer nuestra entrañable historia.
Salta mi lloro, mi jaculatoria...
Mi rezo húmedo bajo la almohada.
Así pienso en ti y con amor y frío,
rodeo el mar de la penosa ausencia
en busca de respuesta a mi insistencia...
¿Volveré abrazarte, cariño mío?
Demando al cielo con mis oraciones
tu presencia, tu calor de verano,
y los amaneceres de tu mano
que rayaban sonrojos de ilusiones.
La lágrima que tiembla en mi mirada
empaña tu silueta en el retrato.
Sin embargo, mis labios sin recato,
la besan como lluvia enamorada.
ISABEL
13/07/17
13/07/17
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