Al suave aroma del manzano
mi nariz se porta sumisa.
Llovizna un deseo mundano
que desemboca en mi sonrisa.
Mi sonrisa traza su beso
y con suspiros enumera,
decisiones de ese embeleso
que están en sosegada espera.
Sosegada espera espartana.
Plácida quietud me provoca,
mordisquear dulce manzana
creyendo que muerdo su boca.
ISABEL
17/03/16
17/03/16
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