Cuando amamos, concebimos locuras.
Solemos romper esa regla pía
que censura la febril fantasía...
Nada nos detiene, no hay ataduras.
Somos colibríes que en hábil vuelo
catamos la flor de nuestra codicia.
El beso en miel,
suculenta primicia,
su cáliz de pasión y terciopelo.
Ah, cuando amamos, somos sentimiento;
puro corazón urdiendo motivos,
para latir en versos emotivos.
Para soñar y volar, tras del viento.
Para soñar y volar, tras del viento.
ISABEL.
30/05/14