Frío, brisa, lluvia.
El severo invierno
hoy viste al cielo
de un gris opaco y denso
que sólo lo traspasan los recuerdos.
Amor,
me haces mucha falta.
Ahora más que nunca te extraño,
te necesito.
Y reclamo a los cuatro vientos
me devuelvan tu presencia,
sol de mis amaneceres
y mis ocasos.
Mi mejor abrigo
siempre fueron tus brazos.
Tus manos
derretían el hielo de mi piel…
Y cuando tus miradas
anhelantes buscaban las mías,
de la pasión y dulzura brotaban flores
y me cubría en su aroma
de ilusiones.
Amor,
si al menos oyera tu voz,
tus pasos, tus latidos,
la marcha de este invierno
sería inusitado sueño de contento.
Y la mejor manera para recibir
al año nuevo.
ISABEL.
27/12/13