¡Qué viva la magia!
Música hace el aire
e incita a mecernos
con su son astral.
Remontemos nubes,
galaxias, estrellas.
Y deslicémonos
placenteramente
placenteramente
con alas y pies.
Bailar, planear,
¡ah, qué maravilla!
Y abrazar a ritmo
la cósmica pista,
será lo supremo.
Soñar es volar
en el raso cielo,
de las primaveras.
ISABEL
19/O4/13.