Siempre lamentaré tu ausencia
porque fuiste mi entrega,
la ilusión que más he acariciado.
Qué pena que equivocaras el camino.
Ese error opacó la luz de tu embeleso
y herido en tu entusiasmo... pereciste.
Hoy tus amadas cenizas
subsisten al peso de los sollozos.
Mañana con el sol
irán dispersándose ligeras,
mas estoy segura
de que persistirá tu recuerdo.
Descansa en paz, amor.
ISABEL
22/09/12
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