Me desenvuelvo entre sueños
de alocada fantasía.
En ellos construyo un mundo
de flores y de poesía.
Allí no existen tristezas,
rencores o desencanto.
Reina por siempre la dicha,
el color, el verso y canto.
La dicha, por ser amada,
el color de los "te quiero",
el versito enamorado
junto al canto del jilguero.
En mi hermoso paraíso
destaca un jardín de rosas.
Y una fuente cantarina
cercada de mariposas.
¿Quieres conocer mi edén?
Sólo impongo un requisito:
Ven y métete en mis sueños.
De corazón... yo te invito.
ISABEL
24/03/09.
2 comentarios:
¡Guau, madre! Ahora sí te escupiste el codo con este poema.
Estoy muy orgulloso de ti. No dejes de publicar; sería una pena que privaras a tus fieles lectores --entre los que me cuento-- de los frutos de tu inspiración.
Un beso,
-L.
Leo de mi corazón. Me siento feliz con lo que opinas de mis versitos. Gracias por tu apoyo, tu amor y comprensión.
Yo soy la más orgullosa de las madres. Tú y tus hermanos son maravillosas personas. Los amo.
Besos.
Publicar un comentario