jugaba en mi cabello
y con su alegre risa
contuve hasta el resuello.
Me sentí una demente.
Y el pelo alborotado
lo hizo casi elocuente,
y te había gustado...
Hecho un nido flotaba
como en tiempos lejanos,
cuando me despeinaba
un mimo de tus manos.
Tus manos son el viento
de un ayer sin mañana.
Eran flores de aliento...
Soles de filigrana.
ISABEL
31/07/16