sábado, 22 de marzo de 2014

Pétalos enamorados

Mi flor consentida está enamorada
y aguarda con ansia a su jardinero...
Prometió regresar con la alborada,
al animoso trino del jilguero.

¡Siempre vuelve, como la primavera!
—Comenta con las horas de la noche—.
Y se muestra en su decir zalamera,
desgranando su aroma con derroche.

Y los minutos cortejan su sueño,
cierran sus pétalos de terciopelo
que se abrirán al beso de su dueño,
el Sol. La mima a diario, desde el cielo.

ISABEL
22/03/14

1 comentario:

Cesc dijo...

Es cierto,
yo la veo:
Todas las mañanas
de una vida
de dos semanas.
Con cada perla
de cada pétalo,
su beso regala
del todo entregada...
A su rey... a su dios.
Y miro al Sol
y la miro a ella.
Una vida...
de dos semanas.

Me encanta irte leyendo, y si bien no hay verso que compartas que no sea un delicia en ternura, en nostalgias, en belleza, en alegría y bueno... en todo el abanico de lo que enriquece el alma y además, en letras sencillamente preciosas (y para que no digas que solo soy un zalamero... desde luego que también los hay que no son nada especiales... el que no haya encontrado ninguno que no sea especial y que no me haya gustado mucho, no prueba nada... naturalmente!... bueno dejo de divagar...) a lo que iba... que hay casos como este, que me provocan un sentimiento que va más allá de la contemplación tierna de la imagen que presentan....o algo así, jejeje.

Saludos Isabel, un fuertísimo abrazo.