He querido tanto
que darte no puedo,
la sublime gloria
del amor primero.
Pero te regalo
miel en flor, poemas,
romance de ensueño,
emociones tiernas.
Te doy mis silencios
sin dudas ni miedos.
Mi pasión callada
también te la cedo.
Tuyo es mi presente,
mi futuro entero.
Y de mi recuerdo...
¡Te nombro heredero!.
ISABEL
03/09/11
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