Y la primavera risueña sueña
que atrae a dulce melodía, día,
y en la cadenciosa armonía oía
cantar a una flor de pequeña enseña.
Ésta con su canto se empeña y reseña,
cuanto su ser percibía y veía.
Del esfuerzo que imponía agonía,
subsistir en esa serreña, peña.
Admirada por el relato, nato
que esa humilde florecita musita,
formó sinfónica ipso facto al acto.
Con trinos de torcacita, recita
y del croar de ranas al rapto apto...
¡Al coro, grillos! Los incita en cita.
ISABEL
que atrae a dulce melodía, día,
y en la cadenciosa armonía oía
cantar a una flor de pequeña enseña.
Ésta con su canto se empeña y reseña,
cuanto su ser percibía y veía.
Del esfuerzo que imponía agonía,
subsistir en esa serreña, peña.
Admirada por el relato, nato
que esa humilde florecita musita,
formó sinfónica ipso facto al acto.
Con trinos de torcacita, recita
y del croar de ranas al rapto apto...
¡Al coro, grillos! Los incita en cita.
ISABEL
29/03/11