Ayer, casualmente,
te vi pasar por mi lado
como inesperada aparición.
Sólo me causó sorpresa
este detalle:
Ya no hiciste vibrar
mi corazón.
Pero, ¡bah!
¿Qué caso tiene indagar...
O suponer que desvarío?
Sólo sé que ayer te miré
y nada especial he sentido.
Tampoco por el recuerdo
del amor que nos tuvimos...
De eso no hallé ni una huella.
Todas las borró el olvido.
ISABEL
24/01/10.
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