bullía el caos en nuestras cabezas;
pero locos de atar o desatados
alimentamos pasión y ternezas.
Y fuimos poesía en amorío.
Lira para exaltar un sentimiento,
el caudal de amor cuyo desafío
era a versos sellar su juramento.
Así prometimos no separarnos.
A suspiros rompíamos distancias
y anclábamos el tiempo para amarnos
como un par de cautivos de sus ansias.
Ayer, si, ayer, cuánto nos quisimos.
Nuestros bellos sueños hicieron nido
en el follaje de versos y mimos
que adornaba nuestro jardín florido.
Hoy todo aquello es un recuerdo grato.
Es añoranza que, como la brisa,
sopla suave y activa sin recato,
tu beso en un poema y mi sonrisa.
ISABEL
24/02/19